lunes, 24 de octubre de 2011

Hasta los estúpidos ascienden.

Voy a empezar esta entrada aceptando que los chicos que a mi me gustan, los que no rechazo, suelen ser y cito a una amiga "escupibles en el medio de la cara". Son tan ineficientes que dudo que les funcione todo bien. Y me imagino que saben a que me refiero.. Sí, a que son unos impotentes. ¡IMPOTENTES! El tema de mi furia con los hombres viene del pasado Sábado 22 de Octubre. 
Resulta que fui a una fiesta de un club de rugby, el cual voy a dejar en anonimato. Festejaban que ascendían a primera así que imagínense que eran las cinco de la tarde y ya estaban todos ebrios. Yo llegue a las dos de la mañana. El tema es que después de aproximadamente cuatro meses de no hablarme con "muñeco" lo vi, él juega ahí. Estaba demasiado ebrio y eso lo note cuando el muy deficiente me tiro un vaso de fernet encima. Ni perdón me pidió, encima que me colgó como una forra el mamerto no me puede pedir perdón por tirarme fernet en mi vestido nuevo. Después de cuatro meses de ni hablarnos no me salio otra cosa que "¿Sos enfermo, flaco? Sos un pelotudo". No se si era enojo acumulado, pero ni lo mire a la cara. Solo lo insulte y me fui. Lo vi bailando con su novia. Algo no agradable a la vista. En lo único que podía pensar era en lo bueno que esta y las cosas que le haría pero después recordaba la pelotudes mental que tiene y tenia tantas ganas de golpearlo hasta que sangrara y regora perdón y yo lo iba a perdonar después de que abusara de él, pero bueno, mi mente vuela. El tema es que entro al baño y me cruzo a la novia, la cual por si no les mencione es divina. Super linda. Osea, no es por tirarme abajo, pero fuck, no compito mucho con ella. Para colmo entra y me saluda, nos vimos tres veces en nuestras vidas. Cuando pensé que no me podía sentirme peor porque la culpa me mataba, terminamos en un grupo de cinco personas en los cuales estabamos él y yo pero sin mirarnos siquiera. Yo estaba colgada en uno de los chicos mandando un mensaje a una amiga, ella me pregunto dónde estaba y con quién. Le respondí, pero para responder tuve que levantar la viste y empezar a nombrar para escribir los nombres. Lo nombré. Él se me acercó. Se me arrima y me da cuatro besos, dos en cada cachete y me susurra "seamos discretos". Me abraza. Mi cara de que carajo de te pasa man, osea, que carajo queres pedazo de basura indeseable. Acá hago un paréntesis para insultarlo. Posta, que dios me explique que quiere conmigo ese chico le encanta histeriquearme y que sepa cuanto lo deseo para después chaparse a su novia en mi cara y que me recuerde lo muy calienta conchas que es y lo mucho que lo disfruta el fracasado mental con huevos caídos. 
Finalmente me fui, no se que pretendía que hiciéramos pero yo no estaba en una situación para razonarlo. Después yo estaba en el baño, una amiga, su novia y las amigas de ella. Yo estaba apoyada con mi amiga contra la pared que daba a la puerta, y él empezó a pasar y hacerme caras (todo esto me lo contó mi amiga porque yo no me percate de esto hasta que ella me lo dijo) y volvía a pasar, y pasaba otra vez y así hasta que descubre que su novia estaba en el baño también. Decidió no pasar más. Lo único que puedo decir es que después de eso lo vi chapando, imagen eliminada para evitar traumas a futuro. Quiero agregar que lo odio con todo mi corazón porque cada vez que lo veo me provoca llegar a mi casa agarrar un alfiler e intentar coserme la chochi. Sí, digo la chochi. Al que no le gusta puede irse a la puta que los desvirgo, virgos de mierda. 
Para colmo hubo otro chico que intento acosarme toda la noche, se llama Santiago y va conmigo a la facultad. Una vez en un boliche ya me había tirado los perros como diría mi abuela, pero nunca más lo vi así que no me preocupe. Lo vi otra vez en esta fiesta y con decirles que estuvo toda la noche diciendome que en la esquina de la facultad siempre teníamos encuentro de miradas cuando yo entraba al kiosco a comprar sándwich para comer creo que les estoy diciendo todo. Osea, yo no como a la mañana. Esta historia creo yo necesita su dedicación la cual ahora no le voy a poner porque me llaman a comer helado. Así que volveré en estos días a contarla y así podamos reír todos juntos de otro pobre hombre que intento seducir a este cuerpo que ahora empezó el gimnasio. No se porque pero se los quise contar: Empece el gimnasio. Bueno, chau. Moraleja: Un día de estos voy a ir a ese club de rugby y voy a poner una molotov, porque ya son varios los pelotudos que van ahí. Con decir que son cuatro, cinco ya me alcanza para hacerme la iraki y vengarme por mi y por todas mis amigas que sufrieron algún problema con estos chicos.