miércoles, 14 de septiembre de 2011

Mi historia, mi vida.. Sola.

El otro día pensaba que pasaría con mi vida si sigue como viene hasta ahora, de acá a cinco años pensaba en que sería de mi.. Me veía.. Estudiando.. Viviendo en un departamento de una cocina 2x2, un cuarto normal, un baño y un living comedor para meter cuatro personas. No tenía que ser muy grande porque iba a vivir sola.. Sola. Ahí frene y pensé ¿Me veo sola o con un chongo? Pero no, me veía sola onda sola. Y ahí frene nuevamente y me empece a hacer a la imagen de un día equis: Yo viendo una película, comiendo comida echa porque ¿Para que cocinar para UNO? No tiene sentido, es como, esas cosas no pasan. El que esta solo no cocina. Más una persona tan útil como soy yo que se me queman hasta los paties. Pero no me detuve ahí y seguí pensando.. ¿Qué más veo? Repentinamente me cago hasta las patas con la película que voy a estar viendo, e impulsivamente trato de abrazar a alguien, pero.. ¿A quién vas a abrazar, idiota? Vivís sola, comes sola, tu vida es SOLA. Entonces, decido cambiar la película porque no sea cosa que después me de miedo levantarme para ir al baño y tenga que ir prendiendo todas las luces cual infradota mal adoptada. ¿Qué voy a ver ahora? Una de comedia romántica. "Wiji" digo. Empieza la película, la típica.. Él la ama y ella también pero tienen un problema y se alejan, pero después por arte de magia y de cupido, que evidentemente no se enteró que yo nací, se juntan otra vez y tienen miles de hijos y no comen solos viendo una película de amor. 
El tema es que con esta película lloro como una forra, y ahí me voy a sentir tan sola que voy a querer intentar suicidarme, pero después voy a pensar ¿Vale la pena quitarme la vida? Y voy a mirar a mis alrededores y.. Si, vale la pena quitarme la vida. Entonces empiezo a pensar cómo lo voy a hacer.. La primera es con pastillas, pero que pasa.. Soy tan indigente que no tengo nada para matarme más que ibuprofeno, y no se si es posible hacerlo con eso. Ok. No importa. Sigo buscando... A ver.. Pensa... Tal vez, en vez de matarme sería mejor llamar a alguna amiga para llorarle una hora en el teléfono y que me consuele. Okey. Voy a hacer eso. Empiezo a llamar, pero más que contetadoras o "Sol no jodas que ahora estoy ocupada dejandome romper el orto" no voy a conseguir. Así que voy a volver a la idea de matarme. Busco un cuchillo tramontana. De esos que cuando los ves decis AH LA PUCHAAAA CORTA y cuando me estoy por cortar las venas me doy cuenta que me da miedo y que no me animo. Okey. Intento nro dos fallido. Vamos que la tercera es la vencida, o más bien la muerte. Pensando.. Pensando.. Recorro el depto buscando algo.. Nada.. No sirvo ni para matarme. Cuando lo veo, ¡Ahí! En el rincón más pequeño de mi cuarto veo en una esquinita un clavo salido y OXIDADO. Jaaa, hace como mil años que no me doy la anti tetanica, muerte segura. Pero cuando estoy intentando sacar el clavo hago cagadas y rompo el zócalo. Y lo único que consigo es darme la cabeza contra algún tipo de escritorio.  Esto es una señal de dios, no es mi momento. Pero, yo no creo en dios, entonces que hago ¿Sigo tratando igual? Y no, porque si existe dios y yo me mate no tiene sentido porque me voy a ir a seguir viviendo como el orto en el infierno. Chau. Abandono la idea de matarme. Entonces digo FUE, yo lo llamo al pelotudo ese. Lo llamo, ocupado, vuelvo a llamar y me atiende 

- ¿HOLA, SOL?  
- Si soy yo. ¿Qué hacías?
- Nada, por salir de casa. ¿Vos?
- Ah, ¿Ibas a salir? Yo te llamaba para saber si no querías venir a casa a ver una peli o algo. (Claro, ya cometimos el error de llamarlo para decirle si quería venir, no da encima decirle que venga a darme una alegría) 
- Uh, justo arregle con una amiga para vernos pero que te parece si nos vemos el...
- Tarde, ya voy a estar muerta. Chau.
- Eeu, para... 

Y nada, le corto, ya fue vergonzoso que me dijera ese pelotudo que no como para encima tener que escucharlo diciendo pelotudeses que jamas van a pasar. Por lo tanto retomo la idea de matarme pero no tengo con que así que me rehúso a la idea de mi vida felizmente acompañada aunque sea por un pelotudo y me voy a dormir.