jueves, 16 de junio de 2011

Hoy hice gimnasia, ahora me duelen los abdominales.

No quiero mentirles ni mentirme a mi misma, me sobran razones para intentar acabar mi vida en este momento (últimamente estoy muy suicida con mis comentarios, mayormente en twitter) pero también hay unos cuantos para ser feliz y ponerle onda a mi vida. Pero en este momento voy a hablar las razones por las cuales morir. Básicamente mi vida es demasiado rutinaria: Me levanto a las 8 a.m., me cambio, lavo los dientes y la cara, tomo un café mientras que despierto a mi hermano, él se toma un café y nos vamos a la facultad. Me deja en la facultad a eso de las 9 a.m., a eso de las 9.15 a.m. empieza mi clase y recien a las 11 a.m. tengo el recreo. Finalmente me retiro a las 12 a.m. o a la 1 p.m. en el caso de mis profesores más crueles. Me tomo el colectivo, me bajo y camino las diez cuadras a mi casa. Llego y mamá me hace la comida, tal vez me acuesto a dormir una hora, me levanto leo lo que tengo que leer para la facultad y después veo alguna serie (en este momento es Friends), después me baño y uso la computadora. Para esa hora son las 9.15 p.m. comemos, y me acuesto en la cama a usar un rato más la computadora. Cierro la notebook y veo un rato de televisión mientras trato de dormirme. Básicamente eso hago todos los días, no cambio en NADA. Por lo tanto me aburre. Eso si, de Jueves a Sábados que no tengo facultad lo único que me cambia es que no me levanto temprano. Gran vida la mia, ¿Razón para morir? Eso creo.